MÚSICA
He escogido estas canciones porque son unas de mis favoritas:
divendres, 5 de juny del 2009
dijous, 28 de maig del 2009
Clasificación científica
El gato doméstico fue denominado Felis catus por Carolus Linnaeus en su obra Systema Naturae, de 1798. Johann Christian Daniel von Schreber llamó Felis silvestris al gato salvaje en 1775. Es considerado, actualmente, una de las subespecies del gato salvaje: por las estrictas reglas de prioridad del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, el nombre de las especies debería ser F. catus desde la primera publicación de Linnaeus. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los biólogos utilizan F. silvestris para las especies salvajes y F. catus sólo para las formas domesticadas.
En la opinión Nro. 2027, publicada en el Volumen 60 (Parte I) del Bulletin of Zoological Nomenclature (31 de marzo de 2003),[6] la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica confirmó la utilización de F. silvestris para denominar al gato salvaje y F. silvestris catus para las subespecies domesticadas. F. catus sigue siendo válido si la forma domesticada es considerada una especie separada.
Johann Christian Polycarp Erxleben llamó Felis domesticus al gato doméstico en su obra Anfangsgründe der Naturlehre and Systema regni animalis, de 1777. Este nombre y también sus variantes Felis catus domesticus y Felis silvestris domesticus son vistos a menudo, pero no son nombres científicos válidos bajo las reglas del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica.
El gato doméstico fue denominado Felis catus por Carolus Linnaeus en su obra Systema Naturae, de 1798. Johann Christian Daniel von Schreber llamó Felis silvestris al gato salvaje en 1775. Es considerado, actualmente, una de las subespecies del gato salvaje: por las estrictas reglas de prioridad del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica, el nombre de las especies debería ser F. catus desde la primera publicación de Linnaeus. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de los biólogos utilizan F. silvestris para las especies salvajes y F. catus sólo para las formas domesticadas.
En la opinión Nro. 2027, publicada en el Volumen 60 (Parte I) del Bulletin of Zoological Nomenclature (31 de marzo de 2003),[6] la Comisión Internacional de Nomenclatura Zoológica confirmó la utilización de F. silvestris para denominar al gato salvaje y F. silvestris catus para las subespecies domesticadas. F. catus sigue siendo válido si la forma domesticada es considerada una especie separada.
Johann Christian Polycarp Erxleben llamó Felis domesticus al gato doméstico en su obra Anfangsgründe der Naturlehre and Systema regni animalis, de 1777. Este nombre y también sus variantes Felis catus domesticus y Felis silvestris domesticus son vistos a menudo, pero no son nombres científicos válidos bajo las reglas del Código Internacional de Nomenclatura Zoológica.
dijous, 14 de maig del 2009
Felis silvestris catus
El gato o gato doméstico (Felis silvestris catus) es un pequeño mamífero carnívoro de la
familia Felidae. El gato está en convivencia cercana al hombre desde hace unos 9.500 años, fecha muy anterior a las previas estimadas en 3.500 a 8.000 años.
Los nombres actuales más generalizados derivan del Latín vulgar cattus, palabra que aludía especialmente a los gatos salvajes en contraposición a los gatos domésticos que, en latín, eran llamados felis.
Hay docenas de razas, algunas sin pelo o sin cola como resultado de mutaciones genéticas, y existen en una amplia variedad de colores. Son expertos depredadores y pueden cazar más de cien especies diferentes de animales para alimentarse. También son animales que pueden asimilar algunos conceptos, y algunos poseen la capacidad de ser entrenados para manipular mecanismos simples.
Se comunican con gemidos, silbidos, gruñidos y alrededor de un centenar de diferentes vocalizaciones,además del lenguaje corporal.
Se cree que el gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) es su ancestro más inmediato.
Domesticación del gato
Como animal de compañía, es una de las mascotas más populares en todo el mundo. Debido a que su domesticación es relativamente reciente, pueden vivir en ambientes silvestres formando pequeñas colonias. La asociación del gato con los humanos lo condujo a figurar prominentemente en la mitología y en leyendas de diferentes culturas, incluyendo a las civilizaciones egipcia, japonesa, china y escandinava.
Es un animal instintivamente cazador. Los gatos de granja viven de forma semisalvaje y cazan ratones y ratas que de otra forma comerían importantes cantidades de grano. Los domésticos capturan insectos, ratones y pequeños pájaros instintivamente, aunque generalmente no los consumen.
Son preferidos por sus hábitos de limpieza, por su bajo nivel de atención y cuidados requeridos para su manutención.
Un estudio publicado en la edición de la revista Nature correspondiente a la cuarta semana del mes de junio de 2007 indica que los ancestros de los actuales gatos domésticos comenzaron a separarse de las líneas salvajes hace entre 130.000 a 100.000 años; otro publicado en la revista Science lo confirma indicando que los gatos domésticos actuales descienden de un grupo de cinco gatos salvajes africanos que se asociaron al hombre en Oriente Medio hace 131.000 años.[5]
Los ancestros directos de los gatos domésticos habrían abandonando gradualmente la vida silvestre para convivir con la especie humana atraídos por los roedores que parasitaban a las comunidades humanas. Actualmente los gatos domésticos se encuentran agrupados en diversos clades (o grupos genéticos), encontrándose en el rastreo del ADNm cinco hembras ancestrales para todas las subespecies gatunas; los mismos rastreos genéticos señalan una procedencia directa de los gatos domésticos actuales con los gatos salvajes del Medio Oriente, no encontrándose la misma proximidad ni con los gatos salvajes africanos (Felis silvestris lybica), ni con los gatos salvajes europeos (Felis silvestris silvestris).
Las evidencias arqueológicas indicarían que uno de los primeros lugares de domesticación de los gatos fue la isla de Chipre hace unos 9.500 años y que poco tiempo después estos felinos eran comunes entre las culturas de la Creciente Fértil; luego, hace quizás unos 3.500 años, y probablemente a través de comerciantes fenicios, el gato era introducido en Europa continental desde el Antiguo Egipto.
dimecres, 13 de maig del 2009
Historia y Mitologia
Escultura egipcia de un gato en el Museo del Louvre, París.
Gato negroNo se sabe exactamente cuál fue la primera cultura en domesticarlos, aunque siempre se ha asociado su domesticación a los egipcios, los asirios o alguna cultura predecesora a partir del gato salvaje africano.Se han descubierto restos de domesticación de F. silvestris en Chipre que datan de hace 9500 años. Se cree que los egipcios empezaron a domesticarlos en torno al año 4000 a. de C. para mantener a las ratas y ratones fuera de sus graneros. Para los egipcios eran animales sagrados y, como tales, el castigo por matar a uno de estos era la muerte. La diosa Bastet era representada con cabeza de gato. Cuando uno moría, a veces se le momificaba.
Sin embargo, durante la Edad Media, se pensaba que eran familiares de las brujas. A veces se los quemaba vivos o se los tiraba desde la cumbre de edificios altos durante las festividades. En el mundo occidental es común la creencia de asociar al gato negro con la mala suerte (aunque hay excepciones, por ejemplo, en el Reino Unido). Para las personas supersticiosas, que se cruce un gato negro en forma súbita, es augurio de infortunios. De hecho, se dio el caso de culpar a los gatos de transmitir la peste bubónica, con lo que fueron exterminados en masa en pueblos y ciudades (contribuyendo a que se multiplicara la población de ratas, auténticos propagadores de la plaga).
Pero en los tiempos actuales la Iglesia Católica ha declarado también como santos patrones de los gatos a San Antonio Abad, San Francisco de Asís y San Martín de Porres incluyendo a este felino con los demás animales domésticos, similar a los antiguos egipcios sin importar la raza y el color.
Es uno de los doce animales del ciclo de 12 años del zodíaco vietnamita, relacionado con el calendario chino (en este último, el signo zodiacal es el conejo o también gato).
En el Tíbet se les considera desde tiempos inmemoriales guardianes de reliquias y templos posiblemente por la robustez ostensible e inteligencia atribuida a la variante siamesa que allí en la cima del mundo, se desarrolla. Animal sagrado, venerado y a veces mimado excesivamente, en el seno del budismo tibetano se le considera acompañante en el tránsito obituario, y, en los sueños lúcidos, el subconsciente del que sueña (o viaja) es representado por un gato gigante, obeso, mudo y bonachón.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)